Luego de Génova
salimos hacia Venecia. Poco se puede decir de Venecia y su atmósfera que ya no
esté dicho.
El
día 30 y 31 de diciembre los pasamos recorriendo sus canales, visitando la
Piazza San Marco, subimos a la Torre del Reloj, donde apenas podíamos estar del
viento frío que nos cortaba la
cara, pero lo suficiente para sacar algunas fotos con las palomas, y como
verán, no había mucha gente recorriendo las calles.
No
pudimos tomar nada en los bares de la Plaza, y sacarnos la típica foto en los
café ya que no habían puesto ninguna mesa afuera, y aunque hubiese habido mesas
hubiese sido imposible por el frío.
Pudimos
entrar a la Basílica San Marcos y recorrer su interior, y pasear por todos sus
canales con los vaporetos, pasear por el Puente
de los Suspiros y cenar en una pequeña Tratoría unas
ricas pastas, que fue nuestro menú durante la semana que estuvimos en Italia.
La
noche del 31 de Diciembre salimos a Milán, la ciudad más importante del norte
de Italia, ahí conseguimos un hotel en centro y salimos a festejar el fin de año al
estilo italiano.
Cenamos a las 7 de la tarde
en un restaurante de comida rápida en el centro y luego estaba reunida toda la
gente en la plaza frente al Duomo y en las galerías
Corso Vittorio Emanuele.
Afuera
hubo un espectáculo de música clásica y baile bajo un diluvio de agua helada, y
adentro de las galerías conjuntos de música moderna.
Todos estábamos con nuestras propias botellas de champagne y a las 12 de la
noche, se brindó por el nuevo año, sin darle importancia al frío y al aguacero
que caía.
El
1º de enero continuamos viaje hacia Francia nuevamente para conocer Ancy y luego ir a los Alpes a esquiar una semana.
Terminar el viaje en los Alpes Franceses
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