FINLANDIA
OULU
De Rovaniemi viajamos hasta
Oulu, pasando por el único zoológico ártico al aire libre en Ranua, donde había osos polares y demás animales de la
zona. Luego de recorrerlo, bajo una buena nevada,
fue difícil distinguirnos de
los pobres animales, ya que quedamos blancos y duros igual que ellos. Ahí nos unimos
con dos parejas más Marta y Eusebio, de Lleida y Ma. José y Juan Carlos de
Palma de Mallorca él y Jaén ella, los cuales salen frecuentemente en nuestras
fotos, más aún diría que salen más que nosotros.
Al
mediodía llegamos al hotel, un Spa a 4 Km. de la ciudad de Oulu en la playa del
mar Báltico, lástima que estaba
congelado, pero pudimos disfrutar de sus piscinas de agua caliente, cubiertas y
al aire libre, así como de sus saunas típicas finlandesas.
La
ciudad de Oulu es pequeña y se recorre andando, y de día debe ser bonita,
aunque no lo sabemos ya que solo pudimos disfrutar de solo una
hora de luz diaria. Las nevadas no son copiosas por la falta de humedad, pero
si permanentes, tiene todos sus ríos y arroyos congelados y las máquinas quitanieve no paran de funcionar.
Tuvimos
oportunidad de asistir a la final de la liga de Jockey sobre hielo, aunque
tardamos en darnos cuenta cuál era el equipo local para alentar.
Ahí
pudimos degustar los típico Hotdogs lapones, los
cuales no pudimos terminar debido a su tamaño.
Al
otro día realizamos la excursión en el rompehielos Sampo.
Salimos
del puerto de Kemi, anduvimos un par de horas
rompiendo hielo mar adentro en el Báltico bajo una nevada intensa.
Luego paran los motores, te
ponen traje de supervivencia y te tiran detrás del barco en la estela del hielo
roto. No se siente frío excepto en la cara, que es lo único que tienes
descubierto, y es dónde aprovechan tus amigos a tirarte agua para que se te
congelen las pestañas.
Luego del chapuzón, y de la
lucha para quitarte el traje de supervivencia, ya que se congela la cremallera
y no baja, te esperan con una buena sopa caliente y te dejan recorrer el barco,
y hasta conducirlo un poquito.
Al
día siguiente, 31 de diciembre, realizamos otra excursión en motos de nieve por
los bosques y lagos. Lo mejor, el paisaje. Lo peor, como nos quedó el cul..
A la noche del 31 la pasamos
en el hotel, nos regalaron una botella de champagne y nos fuimos a beberla y brindar
por el nuevo año y nuevo milenio al medio del mar Báltico congelado.
HELSINKI
El 1º de enero salimos para
Helsinki, una ciudad hermosa, ya teníamos como dos horas de luz
diarias y no nevaba, aunque el frío se sentía
más que en el norte.
Helsinki fue en el 2.000 capital europea de la cultura, por lo cual aún
estaban los 7 cubos de colores representando a cada una de las
ciudades europeas que fueron capitales de la cultura.
El
avión de regreso a Barcelona salió a las 7 de mañana, con lo cual dejamos el
encanto de Laponia, su nieve y su gente y con ganas de volver otra vez, pero en
verano.