FINLANDIA
Rovaniemi
Para fin de año del 2.000,
teniendo tiempo organizamos el viaje para ir a Finlandia, con la idea de
conocer el Círculo Polar, conocer a Papá Noel personalmente y dormir en una
cama de hielo.
El
viaje lo hicimos desde Barcelona con Finnair y
llegamos a la ciudad de Rovaniemi, por la tarde, con solo –21 ºC, se nos congelaba hasta el aliento. Salimos disfrazados
de turistas muertos de frío, y lo asombroso es ver a la gente del lugar
paseando como si hiciera 30 ºC.
El
primer día nos organizaron la excursión con motos de nieve sobre el río
congelado. Nos dieron los trajes, botas, guantes, calcetines, cascos, bufanda,
etc, etc., y todo eso puesto por arriba de nuestra ropa, aún
así el aire frío se cuela no se sabe por donde.
Salimos
hacia el norte y llegamos a una granja de renos. Paseamos con los trineos y nos
dieron un Carné de conducir reno válido para toda Laponia, lástima que no
sirva para España.
Participamos
en un bautismo Lapón, donde nos hicieron beber con leche de Reno, darnos un
augurio para el nuevo 2.001 pintándonos la frente con carbón negro, y nos
invitaron con una especie de té caliente y masitas típicas finlandesas.
Lo
más sorprendente, al igual que en todo Finlandia es la hospitalidad y
amabilidad de toda su gente.
Luego seguimos rumbo a la
casa de Papá Noel, estaba esperándonos para conversar con cada uno y sacarse
una foto, que luego te la vendían por su puesto, hablaba todos los idiomas y de
Argentina por solo sabía decir “Maradona”.
En
la Villa de Papá Noel visitamos la Oficina de Correo, donde llegan las cartas
de los chicos de todo el mundo, el taller de juguetes y pasamos por debajo de
la línea imaginaria que representa el Círculo Polar, y por ello nos entregaron un
diploma.
Por la noche se organizó la
cena en un Igloo. No pudimos ir a dormir, ya que aún
no se habían terminado de construir los
hoteles de hielo, y tuvimos que conformarnos con una cena. (Por suerte ya que
no se si hubiésemos aguantado dormir ahí)
El Igloo tiene una temperatura de –3 ºC,
bancos de hielo, con pieles de reno, mesas de hielo, vasos de hielo, y la
comida te la traen caliente sobre un plato
caliente que se apoya sobre otro de madrea para no derretir el hielo, pero se
enfría igual, al igual que la bebida, que es una especie de te tibio, y
terminas tomando cubitos.
Para calentarnos tenían afuera del Igloo una fogata donde acercarse, cargar calor y volver a
terminar de cenar.
Terminada
la cena y en la fogata un lugareño nos confesó que esa noche se daban todas las
condiciones atmosféricas
para que se produzca una Aurora Boreal.
Que
nos alejemos de las luces y que alrededor de las 12 de
la noche podría aparecer. Y eso hicimos, nos alejamos caminando por el río
congelado, esperamos hasta las doce, y por supuesto que nada.
Solo
sacamos una foto al ARTIKUM, que es un centro e
exposiciones de Laponia. Luego recordamos que era 28 de diciembre, y aún no
sabemos si festejan el “Día de los inocentes” en Finlandia.