BELGICA
El viaje a Bélgica fue muy rápido.
Salimos desde Holanda, en el Ford Ka que habíamos alquilado, recorrimos Bruselas y Brujas, y lamentablemente no dio el
tiempo para recorrer todo lo que nos hubiese gustado.
La primer parada la hicimos en
Bruselas, y nos encontramos con la Grand Place adornada para navidad. Llena de
puestos típicos, uno más bonitos que otro, y con música navideña en todo los
alrededores. Quedamos impresionados con la fachada de los edificios,
sobre todo con The Hôtel de Ville, ahora el ayuntamiento de Bruselas, no en
vano Víctor Hugo la describió como “La plaza más bonita de Europa”.
De ahí nos fuimos caminando a ver su famoso Manneken Pis,
pequeña estatua de un negrito haciendo pis, que es famosa, pero ningún belga
sabe porqué. Lo habían vestido de Papá Noel.
Luego con el coche nos fuimos hasta el
Atomium, estreuctura de 102 metros de altura que fue símbolo de la Expo de
1.958 en Bruselas.
Luego nos fuimos hasta Brujas, la Venecia del norte, y
una de las ciudades más bonitas de Europa. El tiempo no nos acompañó mucho, ya que
llovió, y pronto se hizo de noche, ya que en Diciembre oscurece a las 6 de
tarde. Lo cual no nos prohibió recorrerla y visitar sus canales y su plaza,
donde habían montado una pista de patinar sobre hielo y habían iluminado el
contorno de todas las fachadas de los edificios con luces navideñas.
Cenamos en un hermoso restaurante con
vista a la plaza y luego partimos para Ámsterdam a dormir.
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