México
Elegimos el Hotel Club Maeva,
dejándonos asesorar por la agencia de viajes. Primó el hecho que estuviera a
primera línea del mar y que fuera el más “familiar”, ya que lo nuestro era el
viaje de novios, como la mayoría de los que viajan en estos momentos al Caribe
La habitación tenía vistas a la playa, y
llegabas andando en un ratito, pasando por las piscinas.
Como siempre que los mayores disfrutan, los
menores se la pasan mejor. Entre la playa, las piscinas y el “miniclub”, que iban a jugar, no es de extrañar, que al día
de hoy, sigan diciendo que quieren ir al hotel de nuevo.
Luego de ver la calidad de las playas, el
color y temperatura del agua, la calidez y amabilidad de la gente, nosotros
también, al día de hoy, seguimos queriendo volver al hotel.
Por la noche poco pudimos salir, ya que el
cansancio del día y la diferencia horaria se hacía notar, en nosotros y sobre
todo en Aitor e Iker.
Aunque a juzgar por las fotos, pocas ganas
de ir a la cama les daba una vez metidos en la marcha.
Pero una vez que caían en la cama, se
desmayaban hasta el día siguiente a las 6 y media de la mañana.
Una tarde aprovechamos a conocer la ciudad
Playa del Carmen. Fuimos en una furgoneta que pasaba por la puerta del hotel y
pasamos la tarde y quedamos a cenar.
De las excursiones que nos recomendaron
hacer con niños, fuimos a ver las ruinas de Tulum y al parque acuático Xel-HA.
El día de excursión, fue el único día de
lluvia que tuvimos en toda la semana de vacaciones, la cual agradecimos mucho,
ya que eso hizo bajar un poco la temperatura para poder recorrer las ruinas sin
el sol asfixiante.
En el parque Xel-Ha,
nos pusieron un salvavidas, nos dieron un gomón, y
nos tiramos desde un río hasta la desembocadura en el mar. Pasamos de agua
dulce a agua salada (Xel-Ha en maya) y pudimos ver
los diferentes peces con un snorkel y nadar un poco.
También pudimos practicar uno de mis
deportes favoritos. El buceo.
Dentro del Club Maeva
había una escuela de PADI, donde pude realizar el curso y obtener la licencia,
y Marcela hacer su primera inmersión.