Fue en Septiembre
del 2.000, reservamos pasaje de avión desde Santiago de Compostela, 4 días en
Atenas y 3 días en Santorini.
ATENAS
En Atenas hicimos
las visitas de rigor, el Palacio Real, aunque ya no hay más reyes, en la Akrópoli
visitamos el Parthenón, donde nos mezclamos con
grupos de turistas argentinos para poder escuchar la visita guiada. Todo bajo
en sol y calor que ni los griegos lo aguantan. Por suerte el hotel tenía
piscina para refugiarnos a la hora de la siesta
Lo mejor por la
noche salir a cenar por el barrio de Plaka, eso si los taxistas te quieren llevar, ya
que no es fácil viajar en taxi en Atenas, y más
siendo cuatro. Lo mejor es que dos se escondan, y una vez que el taxi haya
parado, subir los cuatro.
SANTORINI
Ya en la isla de Santorini pudimos disfrutar de 3 días de sol, playa y
temperaturas no tan agobiante. El cielo azul, y las casa
de blanco, con su típico paisaje mediterráneo, es un lugar para querer quedarse
y no pensar en volver al trabajo nunca más.
También pudimos hacer excursiones en barco
a las islas próximas, escalar un volcán y nadar desde el barco hasta la costa a
unas aguas termales 100 metros, aunque mi padre diga
que fueron 1.000. Ya a esta altura estará por los 2.000 metros.
También pudimos
realizar deportes como andar en motos de agua y hasta submarinismo, o por lo
menos lo intentamos.
Y por las noches salir a tomar una rica
cerveza fría o OUZO frío en
alguna terracita viendo los atardeceres, que uno era mejor que otro. Un espectáculo imperdible en esa parte del
Mediterráneo.
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